«Entre 1974 y 1976, se inicia en el dibujo de paisaje rural de las comarcas interiores valencianas y aragonesas con plumilla y tinta negra sobre papel blanco.
Durante los tres años siguientes, opta por una temática costumbrista de la Huerta valenciana con la misma técnica.
Manolo Fuster realiza en el año 1979 su propia ruptura evolutiva.
En primer lugar, a nivel temático, con el paso al simbolismo y después, con la incorporación de la tinta de colorcomo materia de trabajo.
Pluma, tintas y papel, son los elementos que utiliza Manolo Fuster para pintar.
La figura humana y el entorno cultural que la define y configura, son los temas básicos con que Fuster compone y se expresa en sus obras.»